Aluvión Magallánico
Aluvión Magallánico se llama un trago que recién nació en la Patagonia y que podría describirse como la evolución del viejo y querido terremoto.En la Fiesta de la Esquila que se realizó el fin de semana pasado en Villa Tehuelches, de Laguna Blanca, al norte de Punta Arenas, la venta de este brebaje fue un éxito. “Alrededor de las cuatro de la tarde, el puesto tenía que cerrar, porque faltaban vasos”, explica Eduardo Chiguay, de la Municipalidad de Laguna Blanca.
Los ingredientes del aluvión magallánico son helado de piña, granadina y pipeño o vino dulce. Hasta ahí, un terremoto cualquiera. El toque distintivo lo da el licor de calafate, un fruto silvestre propio de la Patagonia, parecido al arándano, pero más dulce.
El problema es que este ingrediente es muy difícil de encontrar fuera de la Duodécima Región. Alimentos Magallanes (Alimag) produce licor de calafate en dos formatos, que se venden en supermercados patagónicos: una botella de 750 centímetros cúbicos que cuesta cinco mil pesos y otra de 190, que cuesta tres mil. Ambas son de 20 grados alcohólicos.
“Tenemos unos clientes exclusivos en Santiago, como restoranes, pero no hay una distribución oficial”, cuenta Sandra Olivares, gerente comercial de Alimag.
Rodrigo Oteíza, profesor de bármanes de “Mundo Bar”, lo prepara en una copa y de la siguiente manera: helado hasta la mitad, una medida de granadina, una medida de licor de calafate y el resto de vino.
“No hostiga tanto como el terremoto. El terremoto es muy invasivo. Es por las propiedades que le da el calafate”, explica.
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